Las elecciones del 26M han dado un mapa muy completo del estatus en el Reino de España, la sociedad que nos ha dejado el fracaso de la transición política:
- Pedro Sánchez, ganador de las elecciones europeas, tendió esta misma noche electoral una mano a Ciudadanos para gobernar con ellos. Ya se les notó esa tendencia compartiendo el voto del cese a los diputados presos en la mesa del parlamento, a pesar de que en la noche electoral del 28M sus afiliados y simpatizantes corearan unánimamente ‘con Ciudadanos NO’. No hay sorpresa, el PSOE es defensor de la banca, impulsores del cambio del Art 135 de la constitución, corresponsables de la represión en Catalunya, antidemocráticos como el PP, partícipes de la corrupción y las puertas giratorias… Llamarles izquierda es un ejercicio voluntario de ceguera que nos causa dolor.
- Se ha estrellado la llamada izquierda que solo salva los papeles en el ayuntamiento de Barcelona, Cádiz y Valencia. En el ayuntamiento de Madrid y comunidad autónoma gobernará la derecha con menos votos. Podemos y sus derivados con Izquierda Unida han conseguido repetir en Madrid el efecto Andalucía desanimado a participar a los barrios mas populares donde se suponía tenían sus plazas fuertes.
- La ultraderecha sin embargo ha perdido votos respecto a las elecciones generales del 28M. No se puede afirmar de forma alguna que crece el voto conservador que ha caído en todas las circunscripciones.
- Las candidaturas republicanas e independentistas traen un aire distinto: Junts per Catalunya y Ahora Repúblicas recogen 2.268.451 votos, mas que Podemos presente en todas las circunscripciones. Como dice Javier Perez Royo “el nacionalismo catalán resiste, demostrando que forma parte de la constitución material de España y que no se puede prescindir de él para dirigir democráticamente el país. Así viene siendo desde las elecciones del 15 de junio de 1977 hasta hoy.”
El independentismo es mayoritario en Catalunya pero necesita recomponer su proyecto para que pueda incluir a la inmensa mayoría de la sociedad catalana. Encontrar una solución de autodeterminación inclusiva. Probablemente no dependa solo de su clarísima determinación y resistencia, sino de lo que suceda al suroeste del Ebro. El millón de votos a Puigdemont no es solo independentismo, recoge el rechazo al sistema de 36084 votantes que no vivimos en Catalunya.
Lo que nos dicen las elecciones es que tenemos un lastre que nos lleva a la deriva, es el estado postfranquista, maquillado con una constitución aparentemente democrática, que solo gobierna con lo que fortalece el sistema creado por el dictador. La transición política ha fracasado y los partidos políticos que pudieran cambiarlo al suroeste del Ebro están desacreditados porque no quieren hacerlo, ‘les pilla lejos Catalunya’, y sin embargo luchan denodadamente por conseguir escaños en sus instituciones.
El franquismo fué un régimen dictador corrupto que creó una capa empresarial dependiente de sus relaciones con el sistema. El maquillaje democrático se pierde en el camino hacia atrás, ya no hay que ocultar al bunquer que sobrevivió en las cloacas, en la capa empresarial dependiente del sistema y en el sistema judicial que condiciona nuestra vida política. Tenemos menos democracia, menos derechos, bienes sociales degradados, recortados y privatizados, la misma corrupción y partidos que deberían ser ilegales sentados en las instituciones.
¿Donde está la democracia?.
La democracia está sin embargo entre nosotros y depende solo de la ciudadanía a quien se debe devolver la voz para recuperar el derecho a decidir y la libertad constituyente que le corresponde como Pueblo Soberano de la democracia.
El filtro de los partidos políticos dificulta ver una realidad fragmentada que, recompuesta alrededor de los valores democráticos fundamentales, contabilizaría de otra forma.
Desde hoy 27 de Mayo de 2019 tenemos una base mayor para decidir nuestro futuro y ejercer la libertad constituyente de forma que nadie se quede sin su sitio.