En la imagen del artículo Crónicas de un País perdido se han recogido conceptos que hacen a Rusia, aunque alguno sirva para URSS.
Lenin, que vale para ambos, es inseparable del imaginario social. Se ha impregnado tanto la sociedad que es inseparable, es un fundador de la patria al que se sigue venerando a pesar de haber desaparecido la URSS. El pedestal es alto, pero aunque fuera mucho más nadie se sorprendería, es su sitio de honor por derecho.
El héroe aparece combinado con un fondo de bosque que poco tiene que ver con su historia aunque es una constante del país en el que el clima tiene un gran peso.
Con el bosque está asociada una artesanía popular, el trabajo y adorno de la madera y la construcción con ella.
La madera ha sido el principal material de construcción popular, incuso en las ciudades en las que aún se encuentran iglesias y edificios civiles así construidos.
En el campo la Dacha es el caso más significativo, construido con troncos y tablas constituye una masa orgánica capaz de aguantar las bajas temperaturas.
En la artesanía de madera decorada destacan las populares muñecas Matrioshkas que se guardan una dentro de otras, los cuadros construidos como puzles de distintas maderas para conseguir los efectos pictóricos y otros que constantemente se crean en los largos inviernos.
La iglesia ortodoxa que aparece en el bosque es una concentración de todo ello: de madera decorada, en el corazón del bosque, como se puede esperar de la Rusia profunda.


