Tal día como hoy tod@s somos inocentes, podemos caer en una inocentada, aunque no lo sea, como una falsedad cualquiera. Por ejemplo, la de la cabecera. Con pensar y buscar un poquito se desarma.
No solemos hacerlo por aquello del clic fácil con el que se cuelan tantas cosas. En este caso:
- La `historiadora’ no lo es, es periodista
- La nación, referida a las personas, no tiene el mismo nombre que es estado España, sino Nación Española
- Tampoco es única. Ni hoy (tenemos gallegos, catalanes y vascos), ni lo fué en el pasado.
La falsedad pretende inducir la falsa idea de la unidad de España, y los españoles, como algo ancestral, de toda la vida, usando la imagen de un personaje público al que se le atribuyen conocimientos, que puede o no tener, de forma muy dudosa, ya que su formación no es la que dice.
La imagen de fondo de la cabecera contradice el fake por sí misma. Son las Cortes de Cádiz (1810-18012), asamblea constituyente formada por diputados delegados por las Juntas que se formaron por todo el territorio para resistir a la ocupación francesa. En el fondo se ven los pendones que representaban a cada territorio. Además de constituyente, tuvo un carácter federal.
La historia real
Es necesario contarla, ya que aparece tan opaca e inconsistente en la formación de nuestros jóvenes, igual que hace 50 años.


