Cuando era jovencito gané fama de buen estudiante. Estudiaba mucho si, pero también aprendía de los demás, hasta cuando en el patio los gamberrillos me pegaron (en la siguiente les salió caro). La vida te enseña y luego tu aprendes o no. Tod@s aprendemos en un sentido u otro, y de quien más aprendemos es de la sociedad en la que convivimos nos guste o no.
Cuando tienes muchos años por delante vas con la directa, haciendo la vida y aprendiendo desde luego, hasta que llega el momento en el que hay que dar un repaso a todo ello.
En mi caso sucedió que me propuse escribir lo aprendido, también porque desde el regreso de la extinta URSS me había propuesto un reto y creía tener lo necesario para sacar conclusiones. Las podeis ver en Sociedad del Bien Común: Un libro, un glosario, un videolibro, un audiolibro, y unas Tesis.
Como tales conclusiones me parecen coherentes desde luego, pero son mis conclusiones, de un conjunto de experiencias que solo he vivido yo y sabiendo que otra persona, de hechos similares, podría haber extraido otras.
Hay un paso intermedio que he obviado, explicar los aprendizajes que me han llevado a tales ideas, lo cual por mi edad debo hacer ya.
Es lo que me propongo con la categoría de aprendizajes que acabo de inaugurar en este blog.
Estoy muy agradecido a las personas con quienes he hecho este aprendizaje, aunque no fuera su intención. Y estoy especialmente agradecido a Helena (Salondesol) que tiene tanto oido como paciencia escuchanddo mis reflexiones a cualquier hora del día, especialmente en los desayunos.