Es muy importante la seguridad en los movimientos sociales
La infiltración policial, política, o las tapaderas, son riesgos causados por la falta de seguridad en las identidades que pueden traer tanto decepciones como represión. La identidad es una garantía de #Bien Común
Con demasiada frecuencia sabemos de la presencia de agentes infiltrados en movilizaciones u organizaciones sociales. Es una táctica policial para desactivar el activismo social y facilitar la represión. Sus responsables se sientan en poltronas ministeriales sin que se note la diferencia de unos gobiernos a otros. Después en los propios cuerpos policiales hay responsables que se han especializado en esta ‘labor’ que debería prohibirse explicitamente. Es inaceptable que personas a quienes pagamos todos se salten impunemente los derechos políticos y sociales.
No solo no se dan explicaciones sino que se ha creado una ley, la Ley Mordaza que legaliza la violación sistemática del derecho de reunión y manifestación. Con el actual gobierno superprogresista sigue sucediendo lo mismo.
La infiltración política
Hay otro tipo de infiltración del que no se habla y causa también muchos daños. Personas que aparentemente están en la movilización social y en las asociaciones para defender una causa y no pretenden sino manipularla para obtener beneficios políticos: captar personas para sus ideas o simplemente obtener votantes cuando llegan procesos electorales.
El caso mas voluminoso y con mayores daños es la intervención del 15M, un movimiento político social nacido por fuera de las esferas partidarias y contrario al modelo político del sistema que consiguió influir en la conciencia social como nunca había sucedido antes.
Cuando se constató la influencia del 15M en todas las organizaciones políticas se tomó la decisión de intervenir en el. Empezaron a aparecer personas en las acampadas que querían mimetizarse en el movimiento, cuando antes se habían opuesto a el. Personas que se organizaban en sus propios grupos para conseguir resoluciones de las asambleas que les favorecieran políticamente.
En la acampada más famosa, la de Sol en Madrid, el movimiento ocupa se volvió omnipresente. No tenían que trabajar, podían estar allí las 24h, de esta forma pudieron copar las comisiones de trabajo y decidir el orden del día de la asamblea vespertina antes de que llegara la multitud por las tardes. Las juventudes Comunistas (PCE) eligieron relacionarse con ellos para tomar posiciones estratégicas en las acampadas.
Recuerdo que la asamblea en la que se organizó el 15M de Getafe (Madrid) utilizó megafonía del PCE que trajeron personas que dirigieron por completo todo el proceso. Pronto surgieron iniciativas de todo tipo cada vez más marcadas políticamente, como la ruptura de Democracia Real Ya o los enfrentamientos por la organización del Rodea el Congreso del #25S que llevaron a una división real del movimiento.
Las intervenciones de los partidos políticos fueron desde todo el espectro político por eso pudieron crearse Ciudadanos (Cs) o Podemos tras las Marchas de la dignidad (22/03/2014).
Tapaderas políticas
Son una variedad grupal de la infiltración. Cuando esta sucede por iniciativa de una organización preexistente sus integrantes necesitan algo que les ‘Tape’, algo que oculte sus verdaderas intenciones y les permita manipular con un mínimo de credibilidad. En algunos casos se trata de asociaciones creadas expresamente con este fin.
Conozco el caso de la Asociación Tierra Cultura y Arte de Fabero que es tapadera del grupo local de IU desde hace varios años de forma que todo el mundo lo sabe ( han sido descubiertos).
Conocer la identidad
En todos estos casos la identidad es la clave, en su aspecto legal de documentación, compromisos, implicación en proyectos reales o trabajos.
Los movimientos sociales son poco precavidos, por su afán de ser amplios o abiertos dejan la puerta abierta a indeseables. La presentación de nuevas personas no puede ser algo superficial, lo que digan de si mismas debe ser verificable y verificado por el bien de todas de las personas implicadas. Tener procedimientos aprobados por el colectivo es siempre una garantía, un bien común para cada cual y para tod@s.
La confianza se gana con el tiempo y la experiencia común, pero si hay mecanismos que aporten confianza la conseguimos en menos tiempo y con menos riesgos