Transversalidad para cambiar el mundo

Hace 12 años apareció un movimiento transversal en la sociedad que pareció que fuera a cambiar el mundo. El 15M surgido de las redes traía otra dinámica afectando a todos los sectores de la sociedad. Hoy nos parece un sueño cada vez más alejado de la realidad que nos lleva sistemáticamente a la división y enfrentamiento social.
La sociedad está cuarteada, multidividida y enfrentada.

El pronóstico que hice entones parece no haberse cumplido:

Me apetece arriesgarme, se huele, vienen las empresas transversales, los negocios y las aplicaciones transversales a las redes. Un conocimiento global, una estructuración social diferenciada desde el individuo a los grupos familiares profesionales o globales y negocios parejos a todo ello y también lógicamente una vida política estructurada a su semejanza y en paralelo a esta estructura social y económica  a la que nos están llevando las redes.

Conocimiento, transversalidad y redes (21/01/2011)

El conocimiento, la transversalidad y las redes no han cambiado el mundo, por lo menos no suficientemente. La transversalidad no ha triunfado, aunque podamos encontrarla como entonces. En la red ha sido derrotada por el encapsulamiento social, algo introducido expresamente en el código para conseguir el actual caos.

Sin embargo sucedió

Surgió de la red porque no había una prevención ante lo que sucedía en ella. La red tiene una topología horizontal en la que tod@s somos técnicamente iguales pero no homogéneos. Actuamos según la red, de las redes a la sociedad, y no según los partidos políticos que mantenían un caos social que, en otras proporciones, se asemeja al actual.

La red facilitó en sus primeros años una forma de actuar propia del ser humano desde que existe. Somos humanos porque disponemos de un conjunto conceptual simbólico que nos une gracias al lenguaje:
Una silla representa en cualquier idioma, en cualquier lugar del mundo, un objeto y usos que todos entendemos en esencia igual, aunque tenga detalles muy distintos entre cada una de sus manifestaciones.

Esto nos permite actuar en grandes grupos, como naciones o como el conjunto de la humanidad: el rechazo al genocidio palestino recorre el mundo, a pesar de la campaña de desinformación, de la propaganda del estado sionista y de la criminal inacción de los principales gobiernos del mundo.

Nos permite tener ciencia, un conocimiento demostrado, regido por leyes de la naturaleza, que nos permite actuar en todo el mundo siguiendo unos parámetros comunes que nos aportan seguridad por estar ya demostrados. Sin ella no existirían las técnicas, la tecnología características de la actual etapa de desarrollo de la humanidad, ni los derechos humanos.

La sociedad sin embargo no es transversal sino jerárquica. En esto no hemos evolucionado, seguimos siendo violentos como nuestros ancestros homínidos o cualquier animal. La experiencia de tantos siglos aún no nos ha llevado a evolucionar como sociedad. Sí podemos concluir que de forma inconsciente no se producirá la evolución que necesitamos y demanda el planeta.

Una evolución consciente, de toda la humanidad, requiere de instrumentos culturales demostrados. Una subjetividad colectiva fundamentada que permitan desarrollar a lo largo del mundo técnicas sociales que creen la cultura necesaria.

Esta será transversal

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