Cuando se creó internet se inventó un sistema rápido de acceso a las máquinas usando sus direcciones ip y nombres, el Domain Name Server que permite identificar donde se encuentra un equipo usando unas bases de datos jerarquizadas según zonas en la que un nombre de dominio se identifica con una IP.
Hoy esté sistema, que esta extremadamente saturado, garantiza la práctica totalidad de conexiones a Internet en la que mas del 60% son máquinas sin asistencia humana.
Las personas llegamos a la red primero por trabajos y después por el crecimiento de la blogosfera y las redes sociales. El uso de las personas es tan importante que han nacido profesiones nuevas y ha cambiado el concepto de información y de los propios medios hasta el punto de que si no está en la red una información es menos información.
La saturación que ya se previó hace años para las máquinas tuvo una respuesta, IPV6 que ya se está desplegando y haciendo común para servidores y en zonas de servidores DNS.
No parece sin embargo que haya previsión alguna para la saturación del uso humano en donde lo mas habitual es que cada IP pueda soportar el uso miles de humanos. En estas condiciones no es posible separar la seguridad de las máquinas cuando en buena lógica la seguridad de las personas requeriría de recursos estructurales especializados. Todo el discurso de RGPD basado en máquinas termina siendo humo cuando la seguridad recae en servidores y protocolos de servicio que administran técnicos que obedecen ordenes.
La seguridad debería recaer en las propias personas y la infraestructura garantizar la identidad, unicidad, seguridad y acceso de datos dependiendo de sus decisiones y no de administradores.
Hace años diseñé conceptualmente Citizen Key de la que hoy he hecho una sencilla actualización. En su diseño no están los detalles técnicos imprescindibles en el momento de teclear el código, eso se hará cuando haya los medios y la clara decisión de ponerlo en marcha, si esta situación se diera.
¿Como garantizar el acceso rápido y la presencia en la red 24/7 de una identidad digital a la que se pueda vincular servicios que no dependan de nuestra presencia?. Probablemente la respuesta sea un porcentaje muy alto de la solución.
Cada persona debería poder tener una entidad digital que cumpliendo las garantías de Citizen Key pudiera estar siempre activa en la red hasta su fallecimiento o retirada voluntaria por propia decisión de la interesada.
Si nos hacemos las preguntas que se formularon hace años para crear DNS podemos deducir la necesidad de un HNS (Human Name server) en el que un sistema similar resuelva nicks según direcciones IPs IPV6 según la zona en la que se aloje el prestador de servicios que aloja cada Citizen Key, cada entidad digital que cumpla con sus condiciones representando a una persona.
Este sistema no existe, como tampoco existía DNS. La razón es el potencial que hay tras el y las numerosas consecuencias positivas para el desarrollo humano