Catalunya ha llenado sus calles, carreteras, aeropuertos, fronteras… con un torrente humano de solidaridad, indignación y decisión para realizar su identidad. Unidos con sus representantes políticos presos han dado una gran lección con el #tsunamidemocratic. Los jóvenes llenan de orgullo por su valentía ante PN y Mossos que se han saltado todos los protocolos con agresiones desde todo punto intolerables.
Han causado numerosos heridos y amputaciones, se saltan la ley, agrediendo y deteniendo a la prensa, practicando detenciones ilegales, como infiltrados, protegiendo a grupos nazis (los que la prensa vendida llama ‘Constitucionalistas’).
La respuesta del gobierno ha sido vergonzosa, se ha negado a hablar con el presidente de la Generalitat y ha ido a Barcelona a ver solo a los policías heridos. La prensa en su mayoría ha ocultado la movilización pacífica resaltando los altercados que provocaban las fuerzas del orden para los telediarios.
El tsunami ha despertado la solidaridad en muchas ciudades, se han producido decenas de movilizaciones en apoyo de Catalunya y por la libertad de los presos políticos poniendo de manifiesto que el problema catalán no es solo una maniobra electoralista del PSOE o una concesión al trifachito.
La democracia es un marco legal de garantías y derechos. La autodeterminación es uno de ellos, que en nuestro caso es además reconocido con la firma del rey en nombre del estado español
El problema catalán no es otro que el estado fascista heredado del franquismo, que hoy día carece de oposición política. Las críticas, por sí mismas, no son oposición ya que hablamos de derechos fundamentales que están más allá de un proceso electoral, que definen a una democracia, o en su ausencia, como nos ocurre, una dictadura.
La oposición política en asuntos tan graves se llama ‘acuerdos políticos de colaboración entre organizaciones y participación de la ciudadanía’.
Unos mínimos inexcusables acompañados de prácticas y acciones comunes que no impidan a cada organización o persona mantener una autonomía total para tomar iniciativas.
Está muy bien la decisión de los catalanes de empoderarse para realizar su identidad, igual que cada cual debemos hacer con la nuestra, pero en aquello que nos pueda ayudar la colaboración para ganar la libertad debemos colaborar.