Lo que vaya a suceder el #23j está prácticamente decidido. A nuestro sistema político le conviene un giro hacia sus orígenes, de acuerdo con la ultraderecha, de recortes sociales, de recuperación del franquismo, de fortalecimiento de la monarquía y del oligopolio energético.
El mismo día que se conocieron los resultados de las elecciones municipales se convocaron elecciones generales anticipadas. Estaba todo preparado, en las municipales se ha escenificado el ‘bipartidismo sin mascarilla‘. Ya se encargaron los medios de desinformación, con tolerancia del gobierno de izquierda, de manipular a la gente.
Desde la disolución del 15M y la formación de Podemos hemos oído en las evaluaciones postelectorales la misma cantinela ‘La culpa es de la gente que no sabe votar‘. En esta ocasión no tanto por lo escandaloso de la fragmentación de las candidaturas de la mal llamada izquierda,sino también por sus responsabilidades concretas en los retrocesos sociales y de derechos políticos que hemos sufrido en el periodo Podemos, que parece ahora se cierra con este giro ultraconservador.
Ha pasado otras veces que el mal gobierno de nuestra llamada izquierda ha traído el poder conservador. Pero nunca ha sido tan descarado.
En esta ocasión su papel consiste en no dejarnos alternativa. Mediante una nueva reformulación de la foto electoral se ha creado un sumatorio de siglas que aparenta unidad en su viaje hacia la derecha.
Llegado a este punto seguro que te han surgido muchas dudas, reflexiones o sospechas. Cito algunas, y me dejaré muchas, porque estamos tan fraccionados que es imposible conocer todas las motivaciones:
- Hay que votar para que no ganen PP y VOX, - No voto perquè el triomf de la ultradreta a Madrid m'és igual. - El gobierno progresista no lo ha hecho tan mal. - Los partidos de izquierda solo saben vivir de las subvenciones. - No voto porque soy anarquista, - No puedo votar porque no hay candidaturas que me representen. -Me abstengo para que fracase el actual sistema político/electoral...
El alcance de la responsabilidad
L@s polític@s no asumen ninguna responsabilidad por su gestión. El sistema jurídico no reconoce ninguna pena a quienes cargan sobre la ciudadanía las consecuencias de su mala gestión. Mediante endeudamiento o recortes, vía presupuesto se nos carga el pato siempre a la ciudadanía cuyas voces son en general ignoradas.
Ell@s mism@s, l@s responsables, son quienes nos llaman a la responsabilidad de un día de aparente democracia. Lo que pase el #23J, en la democracia de un día será culpa nuestra. De esta forma se engrandece un acto que debiera ser la norma, no el voto, sino la responsabilidad política.
Si queremos ser responsables es necesario cambiar el sistema político y generar un acuerdo social, una constitución, que desarrolle las normas de una democracia efectiva para 365 días al año.
Lo que cuenta para conseguirlo es tu actitud:
Vota o no votes, o haz voto nulo…. pero si pones por delante tu responsabilidad, que es lo que hay que hacer, reclamemos desde hoy que se abra un proceso constituyente.
Esto es hoy una rareza, pero fué sin embargo muy habitual, uno de los consensos del #15M. Como muestra un recordatorio a manos de la Coordinadora25S de entonces: