Viví casi tres años en la extinta URSS. Muy cerca, en el bosque de Litkarino vivía una familia de pintores. Olga Katiujanska, amiga de Lola, nos pintó de diferentes formas.
Conseguí traerme estos dos, no fue nada facil, el estado los consideraba parte de su propiedad.
El que tiene fondo mas claro fué el retrato, la pintura ‘oficial’. No sabía que había otra que me dió años después, la de fondo oscuro y trazos más rápidos; es la que mas me gusta, aunque las dos son muy buenas.
Siempre estaré muy agradecido por su trabajo, el cariño con el que nos trató y todo lo que nos enseñó.