El mundo rural se autoorganiza contra las macroplantas eólicas y fotovoltaicas de energía renovable. Según se publica en el BOE el proyecto y en pocos días existe en el lugar una plataforma vecinal que rechaza el proyecto y lo denuncia diciendo Renovables si, pero así no.
“Energía renovable sí, pero de otra forma, a través de lo que se conoce como generación distribuida o descentralizada y que la gestión de esas instalaciones sea comunitaria”
Lo dijo el profesor asociado de la Universidad Rovira i Virgili Sergi Saladié i Gil que compareció ante la Comisión de Transición Ecológica del Senado español según nos cuenta Ara!Nfo en ‘Demuestran en el Senado que los parques eólicos “causan despoblación mientras que la generación distribuida ofrece beneficios’.
Los parques eólicos causan despoblación… …el proceso de despliegue de las energías renovables se está concentrando en determinados territorios, para hacer que solo estas zonas carguen con una parte importante de la transición energética…
…el proceso va acompañado de un cierto nivel de concentración empresarial, donde solo unas cuantas empresas llevan a cabo estas implantaciones y controlan los sistemas productivos. Algo que el propio Saladié confirmó al mostrar una gráfica donde se observaba como el 66% de la potencia eólica del Estado español está en manos de cinco grandes empresas.
La intervención de Saladié no tuvo pérdida, desmonta los mitos del empleo, los ingresos…, demuestra el vínculo entre eólicas y despoblación, la especulación de fondos de inversión
Sin embargo, y a pesar de que el ministerio de Transición Ecológica apuesta por preservar la biodiversidad y por una transición energética justa, a Tomás Guitarte, de Teruel existe, le tumbaron la PNL en el senado donde no ven disonancia alguna en legislar una cosa y actuar en dirección contraria cuando la aprobación de la Ley de Transición Ecológica y Cambio Climático podía haber parado a todas las megacentrales.
La autoorganización está demostrando la sabiduría rural en tiempos de resistencia. Crece como la espuma la atención por las Comunidades Energéticas y el Autoconsumo como instrumentos decisivos para una Transición Energética Justa, algo que demuestran los datos de Alemania sobre el despliegue del modelo de generación distribuida en 2010, “donde de los más de 50000 megavatios que tenían energía renovables instalados, el 54% del desarrollo de energía eólica y el 84% de la fotovoltaica estaba en manos de comunidades locales y particulares. Además es un modelo que aprovechaba los espacios ya alterados, el 18 % de las placas fotovoltaicas estaban sobre construcciones ya existentes y no modificaban paisajes ni espacios agrarios, y un 66% de los 15.000 MW de fotovoltaicas estaban en espacios urbanos en manos de la ciudadanía a través sociedades coparticipadas, y con inversiones a partir de 1.500 euros per cápita y utilizando espacios públicos municipales.con el 66% de los 15.000 MW de fotovoltaicas instalados en espacios urbanos”.
No parece que vaya a llegar de las instituciones un plan similar para la generación distribuida del autoconsumo y las comunidades energéticas. Allí no solo se actúa al revés de como se podía esperar según el discurso desplegado, sino que se ha instalado la sordera para no escuchar al mundo rural porque las cinco megaempresas que controlan el oligopolio son el destino preferido de sus señorías cuando se retiran de la política.