El rey emérito Juan Carlos ha trasladado su residencia a República Dominicana, donde no puede ser reclamado por la justicia suiza. La carta de la casa real muestra el común acuerdo con su hijo y rey Felipe VI. No huye, sale del país protegido, amparado por el estado, manteniendo su cargo en la casa real, renunciando el Tribunal Supremo a cualquier acción para detenerlo o enjuiciarlo. Quienes pagamos sus lujos y corruptelas no damos crédito al evidente acuerdo entre todas las instituciones del estado para evadir la acción de la justicia.
A principios de junio filtraron que podría ser este su destino tras conocerse su investigación por la justicia suiza, el posible encausamiento por las comisiones del AVE a La Meca y muchas otras causas que le sitúan como la persona de mayor riqueza corrupta de toda Europa (se le califica abiertamente de mafioso). Se estima que puede haber robado del entorno de 2.000.000.000 €.
En este tiempo el gobierno ha negociado su salida y ha colaborado en gestos del actual monarca para tomar distancia del emérito, porque se sospecha, a grandes voces, que ha participado en muchos de sus corruptelas.
En varias ocasiones el parlamento se ha negado a abrir comisiones de investigación para protegerle, además de la inviolabilidad que tiene por ley la monarquía, en la que se ha amparado como si fuéramos un ‘Far west’ europeo, un territorio fuera de la ley. Aquí la justicia persigue sin embargo a quienes denuncian su corrupción o por ejercer sus derechos democráticos.
Están presos y perseguidos los demócratas y en libertad, impunes ante la justicia internacional, los corruptos y mafiosos.
Ha sucedido ante nuestros ojos, como si de una burla se tratara, mostrando la corrupción y degradación del estado al desnudo, haciéndonos sentir como presos, bobos, o siervos, sin derechos, pero obligados a pagar. No somos ciudadanos sino los que pagamos, somos la ‘Paganía‘, el estado de excepción de Europa.
No sorprende en el PSOE, que se beneficia de corruptelas, puertas giratorias, y ha participado en el juego sucio de las cloacas del estado. Y nos vamos acostumbrando a los silencios del socio minoritario del gobierno, Unidas Podemos, que durante la negociación ha respetado a rajatabla el compromiso de lealtad con Pedro Sánchez.
Ni unos ni otros han respetado sus obligaciones con la ciudadanía pero si los privilegios corruptos de la monarquía, igual que sus aparentes enemigos del PP, Cs, o VOX.
No saldrá de las instituciones un referéndum sobre la monarquía, están vendidas, salvo las minorías independentistas, están de espaldas a la ciudadanía.